El blanqueamiento dental se puede realizar tanto en dientes vitales como en dientes no vitales, es decir, endodonciados. Pero sus tratamientos son bastante diferentes. Para blanquear un diente vital utilizamos los tratamientos de blanqueamiento habituales. Sin embargo, los dientes no vitales necesitan un blanqueamiento interno de la pieza dental.
¿Qué es un blanqueamiento dental interno?
El blanqueamiento dental interno se diferencia del resto de tratamientos porque se realiza dentro del diente.
- El estudio inicial es el primer paso. Nuestro objetivo es determinar la situación del diente mediante radiografías antes de la intervención.
- La intervención consiste en registrar el tono del diente. A continuación, abrimos la cavidad pulpar y aplicamos el blanqueante. Por último, realizamos un sellado provisional para que el blanqueador actúe durante una semana.
- Durante la revisión, valoramos si hemos obtenido el tono deseado. De ser así, pasamos a reconstruir el diente Aunque, en algunas ocasiones, es necesario repetir la intervención una segunda vez, porque el diente estaba demasiado decolorado.
- Por último, te mostramos las fotos antes y después de la intervención para que puedas observar el cambio del tono de tu dentadura.
¿Por qué es necesario este tratamiento en casos de endodoncia?
Este tratamiento es necesario porque los dientes que no vitales no se blanquean cuando realizamos los tratamientos convencionales. Esto se debe a que el diente no vital, al tener el nervio muerto, no reacciona cuando aplicamos los blanqueadores tradicionales. Por ello, si una persona con una endodoncia quiere lucir una sonrisa más blanca, puede someterse a un blanqueamiento interno y, posteriormente, hacerse un blanqueamiento tradicional en el resto de las piezas dentales. De este modo, evitamos que haya alguna pieza de un tono diferente a las demás.
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