Los tiburones son criaturas fascinantes: pierden dientes a menudo, pero nunca dejan de crecerles nuevas piezas. A las personas no nos ocurre lo mismo: una vez han salido los dientes definitivos, si uno cae, no crecerá ninguno nuevo para reemplazarlo. Sin embargo, es indispensable hacerlo, ya que las consecuencias de no reponer un diente perdido pueden ser considerables.
En nuestra clínica dental en Zafra somos expertos en los tratamientos de rehabilitación de la cavidad oral mediante implantes dentales y prótesis. Reponiendo las piezas dentales perdidas evitarás toda una serie de problemas que, en este artículo, te detallamos. ¡Toma buena nota!
Complicaciones estéticas y funcionales
Perder un diente es, en primer lugar, un problema de imagen. La falta de molares, más disimulados por su posición, no es demasiado visible, pero a partir de los premolares el hueco de la pieza faltante es muy visible y antiestético.
Esto se traduce en una mayor inseguridad en las relaciones personales y, además, puede afectar a la rutina profesional. De la misma manera, se pueden producir otros problemas de tipo funcional, como, por ejemplo:
- El habla puede verse afectada, al faltar piezas con las que la lengua debe chocar para pronunciar algunos sonidos.
- La masticación también se altera, ya que los alimentos duros pueden dañar la encía descubierta. Esto lleva a peores digestiones y a una peor salud en general.
Los desplazamientos y problemas derivados
El aparato masticatorio es un conjunto de piezas, huesos, ligamentos y tejidos que funcionan como un equipo. Si falta o falla alguna de estas piezas, todas las demás se ven afectadas.
Una arcada tiene espacios para 32 dientes (incluyendo las 4 muelas del juicio). Al morder, la fuerza y la presión no solo afectan a los dientes de la mordida, sino que se reparte por toda la arcada. Por tanto, si falta alguna pieza, todas las demás se resienten:
- Las piezas adjuntas al hueco quedan desprotegidas y más vulnerables.
- Las tensiones de la mordida se reparten de forma inadecuada, pudiendo ocasionar daños en los dientes.
- El espacio libre “invita” a los demás dientes a separarse para ir ocupando el de la arcada. Estos desplazamientos acaban cambiando la fisonomía de la sonrisa y de todo el rostro.
La pérdida de hueso
Los huesos de soporte de los dientes reciben la presión y los impactos de la mordida del diente que sujetan, al comer, al apretar los dientes, etc. De esta forma, mantenemos un soporte óseo fuerte y sólido que agarre bien la raíz y nos ayude en la tarea de morder y masticar.
¿Qué ocurre cuando perdemos una pieza y no la reponemos? Que el hueso de soporte deja de recibir señales de mordida, y, por tanto, tiende a reabsorberse. Esto es una gran complicación si, en el futuro, decides reponerlo con un implante. La falta de masa ósea dificulta la fijación de los implantes dentales.
De este conjunto de consecuencias, se desprende una conclusión evidente: es muy importante reponer los dientes perdidos, y además, hacerlo rápido.
- Conseguiremos una mejor estética.
- Resolveremos los problemas de masticación o pronunciación.
- Evitaremos daños y desplazamientos de las demás piezas.
- Evitaremos la pérdida de hueso.
Si has sufrido la pérdida de algún diente, por el motivo que sea, no lo demores ni un minuto más: ¡pide una cita en nuestra clínica dental en Zafra y pongámosle remedio!